


Inmolados,
mis sueños,
viajan por el sendero del olvido.
Solos van con el silencio,
de los muertos vivos,
los que deambulan como espectros
con su sombra helada.
Huellas de su pasar,
subsisten entre las hojas,
que los conserva en suspenso,
hasta el regreso de la nueva vida.
Luz oscura y ácida transita por mis venas
sedienta de azul paz y verde mar,
de sol y amor en horas doloridas.
Con pesar y tiempo incomprendido,
como visiones de la noche.
Ellos caminan















GRACIAS
En mi cielo al crepúsculo eres como una nube
y tu color y forma son como yo los quiero.
Eres mía, eres mía, mujer de labios dulces,
y viven en tu vida mis infinitos sueños.


















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