Soledad, tristeza y noche. Tres palabras.
Y en ellas creí ver mi inspiración,
mas el tiempo fue pasando, y no pude
escribir algo sensato sin pasión.
Hoy descubro que a mis musas les faltaban
de los tres motivos tuyos, solo dos,
pues tus noches aunque locas fueron mías.
Hoy me diste la tristeza. Sola estoy.
La noche: Fue mi cómplice en las sombras
de impensadas locuras. ¿Sin amor?
¿O acaso fue la excusa que utiliza
cuando mata sin motivo el cazador?
La tristeza: Eterna y dulce de tus ojos.
¿Desamores, descontento, incomprensión?
Que en oscuro abismo de miradas
sacudieron mi dormido corazón.
La soledad: Infaltable compañera.
Es con ella mi futuro caminar.
A pesar de mil intentos, hoy a vuelto
a mi lado, adorada soledad.
Tres palabras te robe aquella noche
y hoy te ganas los cien años de perdón.
Porque luego de mi robo involuntario
te adueñaste sin permiso de mi amor.















GRACIAS
En mi cielo al crepúsculo eres como una nube
y tu color y forma son como yo los quiero.
Eres mía, eres mía, mujer de labios dulces,
y viven en tu vida mis infinitos sueños.


















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