lunes, 23 de agosto de 2010
Cuando te miré,
supe que te amaba,
en tus ojos me fijé,
y contigo lloraba.
Mas por llorar por ti no gasto lágrima,
pues si hay que gastarla se gasta,
por ti gastaría el dia,
pero no la madrugada.
Vivamos eternamente,
hasta el sol de la mañana,
la noche en vela juntos,
en vela,
pero con la almohada.
Cuando te besé,
mis sentimientos florecían,
las flores se habrían,
y mis ojos se cerraban.
Cuando te beso,
no miero al cielo,
pues hasta dios queda pequeño,
siento que no tiene dueño.
Cuando estoy contigo,
quisiera volver a nacer,
para conocerte mil veces,
y que todo fuera como el ayer
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