lunes, 23 de agosto de 2010
No quiero alejarla de mi mente
y me hiere el recuerdo cual si fuera
una mano invisible traicionera
que me clava un puñal intransigente.
Recordarla pretendo dulcemente,
pero es vano mi afan, pues surge fiera,
una "mano" invisible, traicionera
que pretende matarme lentamente.
Pero es fuerte mi amor, y en la porfia
despreciando el dolor que me provoca,
la recuerdo a mi amada noche y dia.
Y saldre vencedor; mi rebeldía
humillada en los besos de su boca,
al dolor y al olvido desafia.
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