
Este momento es nuestro, no compares
épocas o estaciones en que alterna
visión de luz con sombra de taberna;
eso tuvo su tiempo y sus lugares.
Hoy eres tú, soy yo, y acaba el mundo
cuando en abrazo lúbrico circundo,
convulsa e integral, tu arquitectura.
Nada fue semejante en el pasado,
porque el ayer no vive, se ha borrado,
y sólo existes tú y mi travesura.















GRACIAS
En mi cielo al crepúsculo eres como una nube
y tu color y forma son como yo los quiero.
Eres mía, eres mía, mujer de labios dulces,
y viven en tu vida mis infinitos sueños.


















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