
ejo el árbol caer para no echar ni raíces.
Suelto las formas para no encerrarme en contornos.
Apago los bolsillos para no hacer del si un billete.
Multiplico el silencio para no ahogarme en contradicciones.
Pulverizo la ansiedad para no ser esclavo del tiempo.
Paralizo las piernas para no correr sin carrera.
Cierro las pupilas para no llorar alegrías.
Cauterizo las heridas para no hacerlas trofeos.
Seco la lengua hasta de yagas para no mentir ni verdades.
Palpo de armas al amor para no herir ni con abrazos.
Pudro la manzana antes que comerla, para no ser ni Adán ni Eva.
Busco no buscarte, para no encontrarme ni en ti.
Elimino hasta los días, para no ser genial el lunes e idiota el sábado.
Evaporo los mares, para no ser ni anzuelo ni carnada.
No miro ni los reflejos, para no ser cárcel de espejos.
Sumo hasta las restas, para no dividir ni mitades.
Callo mi mente, la muero, para no ser siquiera palabras.















GRACIAS
En mi cielo al crepúsculo eres como una nube
y tu color y forma son como yo los quiero.
Eres mía, eres mía, mujer de labios dulces,
y viven en tu vida mis infinitos sueños.


















No hay comentarios:
Publicar un comentario