miércoles, 3 de noviembre de 2010
Llámale
No le llames poema,
ni verso.
Llámale grito
de guerra en mi adentro,
o añoranza de un tiempo
sin ritmo.
Soy como el viento
que cambia y hace goteras.
Llámale tiempo o deseo.
Es mi alma, que habla,
cuando resucita de las cenizas.
Di que es mi salvavidas,
en donde me agarro,
en donde respiro,
en donde me arrastra
el caudal río.
Llámale… espejismo.
En ella me arranco el alma
y mido el tiempo.
Con lujuria dejo fluir letras.
Llámale… búsqueda,
procesión de palabras
desnudas.
Dejo la emoción que me embarga
en signos, positivos…
o negativos.
Llámale… vida…
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