





Con mucho cuidado y esmero, en julio yo recogí,
preciosas rosas blancas y con ellas ramos formé,
luego seque sus hojas esparciéndolas por el suelo,
después de varios afanosos meses, he consigo cosechar,
lo que aquel día sembré con cariño para ti.
.
Se necesita toda una vida para aprender amar,
mucho más se necesita para aprender a dar,
es un arte muy extremado que no necesita ensayar,
no es perder, ni recibir, es tan solo compartir.
¡Toma tus rosas blancas!…Con cariño te las ofrezco.















GRACIAS
En mi cielo al crepúsculo eres como una nube
y tu color y forma son como yo los quiero.
Eres mía, eres mía, mujer de labios dulces,
y viven en tu vida mis infinitos sueños.


















No hay comentarios:
Publicar un comentario