El mar y sus olas vienen y van,
con el sol a sus espaldas,
sin nunca fallar;
los hombres ahora, o piden o dan,
con calor en sus almas,
o por sólo esperar.
¿Pero, qué siente el que pide,
y a quien nadie le da?
¿quién come lo duro,
con tanta ansiedad,
ya que viendo lo bueno,
lo dulce, lo apetecible,
lo prueba, y es sólo asquedad?
Eso es decepción:
el dolor del amor tenido;
de lo acariciado y no poseído;
de lo degustado y nunca adquirido;
de lo anhelado, y por todo truncado y fenecido;
de lo que nunca llegó ni en ración,
ya que siempre quedó en decepción.















GRACIAS
En mi cielo al crepúsculo eres como una nube
y tu color y forma son como yo los quiero.
Eres mía, eres mía, mujer de labios dulces,
y viven en tu vida mis infinitos sueños.


















4 comentarios:
Es cierto Maria, lo más triste es eso pedir y no recibir.
Me ha gustado leerlo.
Besitos
Que triste que las personas sean así, hay que dar sin esperar nada, yo me quedo con eso, porque me llevo esa sonrisa, un gesto amable o una palabra agradecida, con eso ya me conformo.
Besitos María con todo mi cariño.
De las decepciones tambien se aprende, pero lo que nunca nos tenemos que olvidar es de seguir dando.
Un beso.
Olá Maria
Lindas palavrinhas na tristeza do dar sem receber.....
Muitas bjkinhas
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