
Cuando el desaliento cruza mi cancela,
veo un ancho espacio y un largo tiempo?
e intento andar por caminos
que al final no llegan a ninguna parte.
No oigo voces, sólo la levedad
de un murmullo, y mientras, el vaho viste
el cristal y opaca mi anhelo, que permanece
callado e inasible, en la frialdad de mi ánimo.
Me quedo mirando hacia lo lejos y sólo veo
sombras, que se juntan y hacen juegos
animadas por la luz y me percato entonces
de que pocos escritos hay en mis silencios,
y es que me faltan palabras para avanzar;
y ante el trazo, la tinta, el papel y la frágil
esperanza de hallar ese poema, me pregunto:
-entre silencios, sombras y distancias-?
¿Dónde van los versos íntimos de las rimas sin palabras?
¿Y las crisálidas muertas de las mariposas blancas?















GRACIAS
En mi cielo al crepúsculo eres como una nube
y tu color y forma son como yo los quiero.
Eres mía, eres mía, mujer de labios dulces,
y viven en tu vida mis infinitos sueños.


















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