
Tu mi princesa que llegaste en cigüeña en primavera.
Que tus mejillas eran como dos chapitas pintadas de color rosadas.
Que con tu sonrisa hacías olvidar tus travesuras.
Hoy una señorita ya vas hacer,continua dándome esa dulce sonrisa con sabor a miel.
Y mostrando eso bellos hoyuelos en tus bellas mejillas,
que me llevan a recordar a esa niña que aun guardas en tu ser.















GRACIAS
En mi cielo al crepúsculo eres como una nube
y tu color y forma son como yo los quiero.
Eres mía, eres mía, mujer de labios dulces,
y viven en tu vida mis infinitos sueños.


















1 comentario:
Nunca jamás esa niña que tenemos dentro se debe de perder.
Besitos mágicos mi querida María, donde te mando todo mi cariño.
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