
Anoche andamos un camino.
Iba la ternura derramando su huella
apresurada
latiendo un te quiero a cada orilla.
Los pájaros trinaban
besos, caricias.
Vacilante la luna sonreía
y tocaba rozando tu cintura
ancladas tus manos a las mías.
Allí fuimos
tu y yo
los árboles más altos.
Anoche los recodos del encuentro
se vistieron de eterno instante
en un suspiro en el tiempo.















GRACIAS
En mi cielo al crepúsculo eres como una nube
y tu color y forma son como yo los quiero.
Eres mía, eres mía, mujer de labios dulces,
y viven en tu vida mis infinitos sueños.


















1 comentario:
Un paseo precioso, de esos todos!
TQ
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